Muchas Gracias!!!
Diputada Nacional Dra. Rosana Andrea BERTONE |
GESTOR CULTURAL: PROFESIONALIZACIÓN SITUADA
(Síntesis)
Por Héctor Ariel Olmos
Considero imposible desligar la gestión de la política, Se trata de campos muy imbricados a pesar de la despolitización a que se nos ha querido conducir desde instancias de poder fuertemente politizadas. Como los medios de comunicación.
Hay que pensar las políticas culturales y su gestión en función de la inclusión social porque no tenemos opciones, aunque lo parezca: una gestión que opere con un sentido restringido (artes, literatura, patrimonio, espectáculos) contribuye a ampliar las brechas, profundiza la distinción en el sentido bourdieuano de la palabra en lugar de saldarlas.
Ser ciudadano no es lo mismo que ser consumidor: y la cultura resulta fundamental a la hora de construir ciudadanía, siempre y cuando se amplíe el paradigma desde del cual se actúa.
En sociedades como las nuestras, de profundas desigualdades, no podemos darnos el lujo de planificar políticas que sólo apunten a ampliar las posibilidades de consumo de bienes culturales a la mayor cantidad posible de habitantes, aunque este sea un objetivo necesario también. Pero con la democratización de lo que hay no alcanza, con producir más de lo mismo tampoco.
Por eso, la gestión cultural y su profesionalización no deben atenerse a la aplicación de meros mecanismos, tal como señala Jauretche:
El problema que tenemos por delante no es un problema técnico: es un problema de mentalidad, los llamados técnicos pertenecen a la mentalidad anti-nacional y nunca posibilitarán una política de conjunto porque ésta tiene que revisar todos los fundamentos de su técnica que es la técnica del colonialismo.
En términos de Arturo Jauretche: la colonización pedagógica:
• “el proceso a través del cual los intelectuales y también la gente común de un país acepta como válidas premisas que no sólo poco o nada tienen que ver con su realidad concreta sino que atentan contra la posibilidad de desarrollo autónomo del país.” [1]
Nosotros comprobamos esto todos los días con:
- el bombardeo de los monopolios multimediáticos, que construyen realidades falsas al servicio de las oligarquías y contra cualquier conquista popular, naturalizando concepciones que perjudican en general a los más débiles como la división internacional del trabajo, el “siempre habrá pobres” ratificado por sesudos analistas, etc.
La instalación de círculos de prestigio que cierran el paso en academias, universidades, museos, medios de difusión a intelectuales, artistas, actores y concepciones que refieren a las culturas profundas de América y a intereses contrapuestos al poder hegemónico
Por eso es preciso analizar esta triada que compone un verdadero circuito:
Una política cultural debe basarse en un concepto de cultura – que es siempre operativo – y se desarrollará a través de una gestión, en un constante juego dialéctico que lleva a una constante modificación de cada uno de los componentes de la tríada.
Política, insisto, que debe considerar la Identidad Cultural, del pueblo al que ha de servir. Aquí hay que partir de un concepto dinámico con un anclaje fuertemente latinoamericano, argentino y, a la vez, local, dejando de lados las concepciones esencialcitas, pero no sin señalar la existencia de ciertas matrices que se van desarrollando históricamente.
La heterogeneidad y la multiculturalidad no son un problema sino que constituyen la base de la democracia. Y no hay democracia sin interculturalidad. Por eso no hay que temer al conflicto: el espacio cultural es un campo atravesado por las intervenciones de actores e instancias que están en conflicto continuo. Negar el conflicto sería negar la dinámica propia de la cultura y de la democracia.
La creación cultural es el espacio que confiere sentido al progreso material – y no al revés.
En política cultural actuamos sobre la forma de vida de la gente al operar sobre el horizonte simbólico de la comunidad. Contribuimos a la construcción del tejido social. Algo que no debemos perder de vista porque, a menudo, los planteos economicistas conducen peligrosamente a la dilución de la especificidad. La cultura no es la continuación de la economía por otros medios.
Como afirmamos con Ricardo Santillán Guemes,“el detonante y el sentido del proceso de gestión que se pone en marcha está en el sustrato simbólico del grupo en cuestión o de los grupos que interactúan en el seno de las sociedades complejas. Sin horizonte simbólico no hay gestión que valga
El gestor cultural es un operador del sentido y, en consecuencia, un factor clave a la hora de la decisión cultural, a la hora de optar entre la humanidad y lo ajeno[2]. Y aquí no existen medias tintas. Necesitamos un gestor cultural situado porque tratamos con y nos dirigimos a un sujeto situado.
Se tornan imprescindibles las gestiones integradas. Se dan distintas tipos de relaciones entre las áreas de gobierno y diferentes ámbitos de la vida en comunidad.
La gestión cultural constituye una formidable palanca del desarrollo humano si se fundamenta en un concepto abierto y operativo de cultura y si toma en cuenta los rasgos identitarias de las sociedades en que se ejerce. Identidad ni rígida ni anclada en esencias inmarcesibles si no cambiante, conflictiva, en un marco de interculturalidad.
Es necesario replantear, entonces, la profesionalización de la gestión cultural en clave de inclusión social con sus múltiples contradicciones para construir las herramientas más adecuadas que permitan poner en marcha proyectos de desarrollo local. Y afirmar en consecuencia las decisiones culturales autónomas para entablar un diálogo intercultural justo y maduro con la región, la nación, el continente y los procesos de globalización que hoy impactan y atraviesan de manera agravada las más diversas cotidianidades. Gestión cultural situada y situante, pies sobre la tierra, mirada en el prójimo.
[1] Jauretche, Arturo (2008):Los profetas del odio y la yapa., Buenos Aires Corregidor
[2] Santillán-Olmos (2004) : Op. Cit.p.24
La Comisión de Cultura de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Declara
de interés la realización del I Encuentro Regional y Patagónico en
Gestión Sociocultural “Prácticas, reflexiones y desafíos en nuestra
Región”, que se realizará los días 26 y 27 de octubre de
2012, en la ciudad de Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Isla del Atlántico Sur.
Las
señoras y los señores diputados, al iniciar el tratamiento de la
iniciativa, han tenido en cuenta que este encuentro se desarrolla en el
marco del proyecto de mejora institucional generado por estudiantes de
la carrera de técnico superior en gestión sociocultural, que se dicta
en el Centro Educativo de Nivel Terciario Nº 1 (CENT Nº 11) de la ciudad
de Ushuaia, Tierra del Fuego, con el objetivo de visibilizar su
profesión y reforzar la participación de los estudiantes, graduados y
vecinos en general. Entre los
objetivos
del encuentro merecen citarse: la intención de generar un espacio de
reflexión acerca de las prácticas en el mundo de la gestión cultural;
intercambiar experiencia entre los gestores socioculturales; promover
prácticas de diseño de investigación en gestión sociocultural desde una
forma interpluritrasdisciplinaria; fomentar la comunicación entre los
gestores culturales de la región patagónica tanto de Chile como de
nuestro país, entre muchos otros. Asimismo, este evento está dirigido a
gestores socioculturales, estudiantes, trabajadores de la cultura y
sociales,animadores culturales, artistas, comunicadores,
docentes,trabajadores que desarrollen actividades culturales,
artísticas y artesanales en la región de la Patagonia. Por lo expuesto,
las señoras y señores diputados, integrantes de esta comisión, han
decidido dictaminar favorablemente la presente iniciativa.
La Cámara de Diputados de la Nación
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Declara de interés de esta Honorable Cámara la
realización del I Encuentro Regional y Patagónico en
Gestión Sociocultural “Prácticas, reflexiones y desafíos
en nuestra región” que se realizará los días 26 y 27 de
octubre de 2012 en la Casa de la Cultura de Ushuaia
“Enriqueta Gastelumendi” de la ciudad de Ushuaia,
Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Isla del
Atlántico Sur.
Rosana A. Bertone
http://www4.diputados.gov.ar/dependencias/dcomisiones/periodo-130/130-210.pdf
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